Haroldo Conti hoy

Por Jimena Cecilia Trombetta // Co-coordinadora del Área de Investigaciones en Teatro y Artes Escénicas

Confesiones de un escritor de Juano Villafañe y Manuel Santos Iñurrieta se puede ver hasta el mes de junio en el Centro Cultural de la Cooperación.  Esta obra poética encarnada por Gustavo Pardi Quien representa a Haroldo Conti y sus dos interlocutoras Gabriela Perera  y Diana Kamen, traza una línea reflexiva alrededor de sus últimas horas a causa del secuestro y desaparición.  A causa de la densidad conceptual de los escritos de Haroldo Conti y de la obra propuesta decidimos entrevistar a sus creadores para entender porqué Haroldo Conti hoy.

¿Cuál fue el disparador para escribir una obra sobre Haroldo Conti?

Juano Villafañe-  La obra se origina desde un acontecimiento escénico histórico. Ese acontecimiento tiene que ver con las últimas horas que vive Haroldo Conti antes de su secuestro. Siempre me pareció impactante la imagen de un escritor que ha decidido que su propio escritorio es el lugar del combate literario, que no debe irse de ese lugar, que tiene que resistir en ese lugar. Justamente el día que lo secuestran queda en la máquina de escribir un cuento inconcluso que se titula “A la diestra”. La obra de alguna forma está escrita dentro de un cuento, ese cuento es “A la diestra”. La obra comienza simbólicamente con el cuento inconcluso y termina con ese cuento inconcluso. Todo lo que ocurre en la obra tiene que ver con la vida de Haroldo Conti, con la literatura de Haroldo Conti: las poéticas de la llanura, las poéticas del río, las poéticas de los entornos urbanos.

¿Por qué llevar a escena a Haroldo hoy?

Manuel Santos Iñurrieta-Haroldo Conti es uno de nuestros grandes escritores, abordarlo desde la escena supone entrar en un extraordinario universo de imágenes y de sentidos. Como también, nos demanda el ejercicio de pensar y pensarnos en su literatura, en sus ideas entorno al oficio de escribir, a la estética y a la política. Haroldo está presente en nuestra historia literaria y en nuestra historia social, un ser capaz de asumir el compromiso de ir a la búsqueda y la concreción de la utopías colectivas, poniendo su capacidad creativa y llevando su gesto humanista hasta las últimas consecuencias. Por eso, y ante un mundo cada vez más injusto y desigual, es que Haroldo se nos hace imprescindible. 

¿Qué elementos tomaste del texto para crear la puesta en escena?

Manuel Santos Iñurrieta-La pregunta recurrente en la obra, sobre qué quiere decir  “A la diestra” me invitó a jugar en la circularidad poética e histórica-biográfica. Desarrollar desde la puesta La idea de recordar y estar siendo recordado, de ser actor/actriz y ser personaje, la idea de un adentro o un afuera, fueron elementos que conecté con la pregunta:   ¿esta obra es una evocación poética o un manifiesto escrito aquí y ahora?

Desde la puesta jugué la distancia crítica tanto en relación actor-personaje, como en la utilización de otros recursos formales, y así poder entrar y salir y abordar unidades poéticas y unidades dramáticas con fluidez.  

¿Qué conexiones encuentran entre la práctica de un escritor y los cuerpos en escena?

Juano Villafañe- El escritor lleva su escritura en todo su cuerpo. Se escribe siempre sobre el cuerpo. Este desplazamiento del ejercicio de escribir, de golpear una máquina de escribir para descubrir las palabras, las oraciones, las metáforas, ese ejercicio en la total soledad, se puede desplazar a la escena. Se trata de que la obra sea una obra en la que también se escribe en la escena, todos los cuerpos están impregnados de la escritura poética original, en los monólogos, en los viajes por el río, en las discusiones con la literatura. La conexión entre las prácticas literarias y los cuerpos en escena están presentes en toda la obra.

¿Qué función cumplen ambas mujeres como interlocutoras?

Juano Villafañe- Las mujeres son las mujeres reales en la vida de Haroldo y las mujeres de la ficción. Las mujeres son las que polemizan de igual a igual con el escritor. Las mujeres son las que explican la vida del escritor. Las mujeres son las que explican la soledad, la pérdida del escritor, la literatura del escritor.

¿Por qué decidieron conformar un espacio que desde algún punto genera un medio onírico?

Manuel Santos Iñurrieta- Los objetos SON de acuerdo al valor que le confieren los personajes-los actores. Una escalera será el Álamo carolina, unpar mil con filtro verdeazulado será un canal del Tigre,  un pizarrón será el aula magna o escritorio, etc. Todo debe estar al servicio del cuento y el clima onírico acompaña y potencia. Hemos salido del recorte o de una exaltación biográfica de esta “posible última noche” de Haroldo para evocar, y acercar momentos cargados de belleza.

¿En qué tipo de lector/ espectador pensaron al momento de crear la obra?

Juano Villafañe- Yo no creo que se pueda modelar un espectador prototípico para una obra determinada. Hay tantos espectadores como lecturas haya, como miradas haya de una obra. Se puede hablar en todo caso de campos de reconocimiento previo por lo que implicó en algunas generaciones el tema de los desaparecidos en nuestro país. No obstante, esa historia del terror y el genocidio sigue presente con otros sistemas de representación. Por eso nosotros no trabajamos con la idea de exaltar el acto represivo, la propia desaparición. Colocamos en escena las escrituras, las poéticas, la vida de un hombre tan integro y profundo como Haroldo Conti.

¿Qué repercusiones tuvo en lxs espectadorxs?

Juano Villafañe- Lo que hemos notado en todas las funciones es que la obra emociona, que la obra impacta en el terreno afectivo. Ha sido para nosotros maravilloso descubrir permanentemente un espectador que sale movilizado por el momento teatral vivido. En el espectador se reconoce al agradecimiento, como si uno volviera a la memoria de una literatura que necesitamos volver a leer. Agradecemos entonces que volvamos a descubrir con una obra teatral al maravilloso escritor que fue Haroldo Conti.