Jugando a la corona en Les reyes

Por Agustina Trupia // Integrante del Área de Investigaciones en Teatro y Artes Escénicas  

Les reyes se presenta como un laboratorio de experimentación en torno a la sustracción del idioma conocido como base para vivenciar el acontecimiento teatral. Allí una reina y un rey se pelean, se empujan, se tironean para alcanzar el poder. La disputa que comienza por una corona se desenvuelve en contiendas voraces por otros objetos que suponemos de menor envergadura. En la Sala Redonda del Centro Cultural 25 de Mayo, se encuentran Mechi Beno Mendizábal y Damián Mai. Son les reyes en escena y son quienes tuvieron la idea original sobre la que se montó la obra. Junto a elles, también en el escenario, como parte de la nobleza, se encuentra Lucía Gómez quien toca con el chelo, a lo largo de la obra, música compuesta por Ian Shifres. La dirección está a cargo de Felipe Saade y la dramaturgia es de Braian Kobla. La obra fue ganadora de la convocatoria Producción de piezas escénicas y participó de la Bienal Arte Joven Buenos Aires en abril de 2022.

La propuesta nos traslada a algún territorio lejos de la zona del Río de la Plata. Nos sitúa posiblemente en algún reino europeo en cuyo palacio vemos a la reina (Mechi Beno Mendizábal) en paños menores, vestida con una especie de camisón blanco que irá deviniendo, con la suma de otras prendas, en un vestido de telas elegantes y pesadas digno de la realeza. Según el momento, se la ve con poca ropa o usando la alfombra de terciopelo roja como parte de su vestimenta. También la usa el rey (Damián Mai) quien comienza con ropa interior blanca para luego vestirse con sus atuendos suntuosos. 

Al desplazarse por el espacio, sobresale el ruido que hace el calzado con taco que tienen ambes reyes y que será un elemento central en la puesta en escena. En este sentido, la propuesta sonora que se construye con el andar caracteriza a estos personajes: el sonido irritante y cómico de sus pasos conforma la identidad de les reyes. A su vez, este ruido de tacos se agrega como un elemento dentro del paisaje sonoro que tiene una presencia destacada. De esta manera, se nos ofrecen estímulos auditivos diversos que se alejan de la palabra que conocemos.

La propuesta brinda un entrecruzamiento entre la comicidad de situación y la gestual a partir de las cuales los personajes ridículos compuestos por la actriz y el actor se persiguen sin descanso y hacen reír a les espectadores. Les reyes nos abre la puerta a un universo fantasioso que cada quien ubicará en distintas latitudes. Despierta reminiscencias que entran en diálogo con los imaginarios que tenemos les espectadores sobre las monarquías. Los elementos de utilería junto con la escenografía están al servicio de la comicidad. De esta manera, todo se transforma en un potencial juguete para estes reyes. El intento de coronación, los chillidos en la oscuridad, el deseado banquete y la posterior venganza son algunas de las situaciones que atraviesan les monarcas. La propuesta de juego resulta revitalizante y, desde el humor farsesco, se retoma el universo de la realeza. A partir de la iluminación y música, la obra construye diferentes momentos ligados a la intriga, la comicidad y la tensión. El uso que se hace del espacio es envolvente y abarca con creatividad los diferentes lugares que ofrece la Sala Redonda. Esto incluye al vitral que se encuentra en el ventanal y la zona detrás de la platea. A esto se suma un piano que es tocado en otros momentos, pero que no vemos en escena.

La obra apuesta a la vivencia del acontecimiento teatral por medio de otros sentidos que no son los que habitualmente se ponen en juego. Se la puede pensar como una desobediencia a la corriente textocéntrica. La interrupción de la lengua que conocemos, reemplazada por otra difícil de ubicar en tiempo y espacio, es uno de los grandes aciertos de la obra. Se suma a esto la supresión, en determinado momento, también de lo visual, situación que se extiende por varios minutos. Allí el abanico de sonidos inentendibles, algunas notas en el piano y los ruidos de tacos se adueñan por completo de la escena y generan comicidad. 

Les reyes es una constante invitación a conectar con los aspectos lúdicos propios y también del teatro. Los seres que componen la actriz y el actor son patéticos, ridículos, molestos, pero a la vez generan empatía y un enorme disfrute a partir de las situaciones insólitas en las que se van encontrando. Nos fundimos con sus metas y deseamos ver de qué manera las pueden alcanzar. Las peleas por el poder y por la posesión de cualquier objeto material llegarán al punto más álgido hacia el final de la obra. Es entonces cuando la condena de este par de miembros de la realeza parece ser no poder separarse incluso después de la muerte.

A la obra le quedan dos funciones, los viernes de 8 y 15 de julio a las 21hs en el Centro Cultural 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444, CABA. 

 

Fotografía de Facundo Suárez, @irishsuarez