Primordial aporte al conocimiento de la vanguardia dodecafónica en Chile

Por Silvina Luz Mansilla // Coordinadora del Área de Investigación en Artes Musicales

La musicóloga chilena Silvia Herrera Ortega ha dado a conocer su esperado libro sobre el serialismo dodecafónico en la música de su país.
 
Con un prólogo escrito por Luis Merino, uno de los más importantes catedráticos de la musicología chilena, este libro está referido a la gestación, desarrollo y madurez del serialismo dodecafónico en Chile. Basado principalmente en fuentes orales, la autora, Silvia Herrera Ortega, es una académica de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso con una amplia trayectoria investigativa y una vasta experiencia como pedagoga. Especializada en el estudio de las relaciones entre música y política en la historia de la música contemporánea de Chile, es autora de numerosos artículos científicos y de una tesis doctoral dedicada a la canción política en el compositor chileno Sergio Ortega.

En este libro, Herrera se vale de una serie de relatos que obtuvo a lo largo de varias décadas, producidos por los mismos compositores que protagonizaron el movimiento vanguardista en Chile. Publicado con el patrocinio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, el volumen tiene por tanto un alto valor documental, puesto que permite conocer de primera mano la vivencia de la experimentación con el serialismo dodecafónico, temática de gran vacancia hasta el momento en el campo de los estudios musicológicos chilenos. Eduardo Maturana, Tomás Lefever, Leni Alexander, Gustavo Becerra, Miguel Aguilar, Juan Orrego-Salas, Enrique Rivera, Cirilo Vila, Fernando García y otros, son algunos de los músicos que le confiaron sus experiencias en torno a la dodecafonía. La autora produce así una narración con una perspectiva crítica, que nos va poniendo en situación de las distintas circunstancias políticas, sociales y filosóficas de Chile (y del contexto internacional) en el periodo que va desde la década de 1940 hasta 1973.

Es de gran valor para la memoria musical chilena que la autora haya podido recoger, a lo largo de casi treinta y cinco años, ya sea personalmente o mediante la vía epistolar, numerosos testimonios de compositores que residieron tanto en Chile como en el extranjero. Muchos fallecieron lejos de su país, en el exilio. Otros se encuentran todavía en actividad.
Los capítulos segundo, tercero y cuarto van ofreciendo esos panoramas con un sentido cronológico: desde los comienzos del serialismo dodecafónico en las figuras de Carlos Isamitt y Eduardo Maturana, se pasa luego por un primer núcleo de creadores que utilizaron esa técnica (Frederick Focke, Tomás Lefever, Leni Alexander, León Schidlowsky, Ida Vivado, Abelardo Quinteros, Miguel Aguilar y Esteban Eitler) para pasar luego a un segundo grupo, más reciente (Gustavo Becerra-Schmidt, Roberto Falabella, Juan Lemann, Enrique Rivera, Hernán Ramírez, Cirilo Vila y Fernando García). Se analizan obras representativas de cada uno, arribando a 1973, año del golpe de Estado que marcó un quiebre cultural generalizado y que afectó por supuesto a la vida artística en Chile. La autora caracteriza a esos grupos de compositores como “núcleos”, intentando así explicitar el hecho de su reunión en torno a un maestro con el objeto de dialogar, escuchar, analizar y reflexionar grupalmente sobre obras compuestas con lenguaje no tonal y crear así las obras propias.

El quinto capítulo, sin duda el de mayor valor por su aproximación interpretativa al fenómeno de ruptura de la tradición y de incorporación de la vanguardia en la música chilena, va alternando conceptos y categorías claves, que iluminan el conocimiento de los repertorios tratados anteriormente desde un punto de vista técnico-musical. Ideas como que “cada vanguardia es única y diferente de otra, y por esto, no resiste taxonomías sino en términos generales”, o también aquella que establece que “las vanguardias son válvulas de escape a la asfixia que atemoriza a las generaciones jóvenes que ingresan como actores sociales de facto”, esclarecen el conocimiento sobre el tema a la vez que señalan múltiples posibilidades y caminos a quienes quieran emprender estudios posteriores.

Finalmente, es para destacar la prolijidad de la edición: las tablas y ejemplos musicales mejoran mucho y hacen perfectamente legible el contenido del texto; además, están muy cuidados los aspectos materiales del libro. Dos anexos, uno dedicado a un catálogo cronológico de obras dodecafónicas y el otro a la reproducción de programas de conciertos, completan este efectivo y oportuno aporte a la historiografía musical chilena y latinoamericana.

Herrera Ortega, Silvia. Tradición, vanguardia y ruptura. El serialismo dodecafónico en Chile. Valparaíso (Chile): Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, 2017. ISBN: 978-956-17-0723-8.