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Dubatti, Jorge |
En los imaginarios sociales y culturales la figura de Ernesto “Che” Guevara se comprendió a lo largo del tiempo como líder político, héroe romántico, héroe épico y mártir. Desde el punto de vista de Germán Sánchez, la imagen del Che como símbolo político fue progresivamente desplazada por la ideología burguesa hacia una imagen que propiciaba lo negativo o lo positivo, vaciándola de su contenido político tradicional. De esta manera, se veía a la figura como una amenaza del comunismo o se lo veía como una imagen para adorar desvinculada de su pensamiento político. Por su parte, señala Sánchez, la izquierda lo ubicó en el culto del héroe renacentista olvidando los puntos clave de su pensamiento. Dentro de esa estructura se planteó la metamorfosis del médico-guerrillero-estadista-guerrillero, y desde allí se le dio un carácter extrahumano, que no hizo más que estar en confluencia con el orden burgués. Así desde la idiosincrasia burguesa se lo ubicó cercano a los personajes de Cristo, Robin Hood, Don Quijote y Giuseppe Garibaldi (Sánchez, 1989). Estas imágenes variadas fueron retomadas por el cine y el teatro local desde una relación con la historia promovida por diversas biografías, y desde una vinculación de corte poético que ha acercado su figura a la de Eva Perón