Directores |
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Piedras, Pablo |
Las potencias, los papeles y efectos de las canciones populares en los cines posclásicos de América Latina, especialmente en términos de memorias y de géneros (en el doble sentido de genre y de gender) han creado un espacio de estudio en progresiva expansión. Vehículos de emoción y de afectos, instrumentos de identificación y de distanciamiento, vectores de alusión cultural, catalizadoras de memorias individuales y colectivas, las canciones –menospreciadas frente al imperio de lo visual– han sido capitales en la formación de un inmenso número de películas cuyas melodías, antes que sus imágenes, perviven en el recuerdo de los públicos. Los cines posclásicos designan aquí los fenómenos cinematográficos que surgieron a nivel internacional a partir de fines de los años cincuenta en un contexto de cambio drástico. La expansión de la televisión, el agotamiento de la producción fílmica serializada a través de grandes estudios-factorías, la aparición de las nuevas olas y la creciente consolidación de modalidades alternativas e independientes de realización en el marco del quehacer cinematográfico –entre otros factores– transformaron radicalmente el sistema de producción clásico-industrial. La noción de “cines posclásicos” presenta también la ventaja de agrupar filmografías plurales, de distinto talante, que van del cine de fuerte impronta autoral (relacionado con la idea de cine “moderno”) hasta el cine mainstream que reformula los códigos y narrativas del cine de la tradición.